En este libro, Murakami nos habla de Tsukuru Tazaki, un japonés que creció en Nagoya y que tuvo un grupo de amigos en el cual, él se sentía pleno; pero cuando terminaron la escuela y él decidió irse a seguir estudiando a Tokio, sus amigos decidieron exiliarlo. 16 años después, Sara, la mujer con la que está saliendo Tsukuru, lo incita a averiguar por qué lo exiliaron de ese grupo.
Este libro se recrea en 4 momentos diferentes: La primera es cuando Tazaki está en el instituto, y normalmente esta parte aparece en forma de recuerdo; también cuando lo echaron del grupo y todo lo que él tuvo que vivir por la decisión de sus amigos; otra, que sucede algunos años después, cuando era amigo de un muchacho varios años menor que él, que se llamaba Haida; y el presente, junto a Sara.
Los años de peregrinación del chico sin color es un libro que jamás se hace lento, es más, los últimos capítulos, literalmente se devoran, y en él hay pasión, dolor, soledad, sexo y tal vez lo que más me gustó: misterio.
Cuando leo me pasan 2 cosas principalmente: La primera es que viajo a ese mundo, me translado completamente, me meto en el libro, estoy en las situaciones, estoy viviendo lo mismo que el protagonista (y eso es tal vez lo que más me encanta de leer), y también me sucede que a veces siento que el libro me está hablando, que el libro fue escrito para mí, que trae mensajes exclusivamente para mí, que me está hablando para hacerme entender alguna situación del pasado o que esté viviendo en este momento, o que me muestra que no soy la única a la que le pasan ciertas cosas. Aunque ambas no siempre pasan en todos los libros que leo, generalmente sucede alguna de las dos, pues con "los años de peregrinación" me pasaron ambas, especialmente la primera, y eso ya lo hace para mí, un libro memorable.
Puede que para algunas personas, las descripciones que hace Murakami en ciertos puntos del libro les parezcan muy extensas, pero sinceramente a mí me parecieron las indicadas, y me ayudaron muchísimo no solo a adentrarme en la historia, sino a entender muchas más cosas del personaje y de las situaciones que vivía.
Además, me sentí muy identificada con Tazaki, sentía su confusión, su angustia... y eso llegó a encantarme del libro.
Otra característica que podemos encontrar, es que hace referencia a otros libros pero, especialmente a música que personalmente no conocía, y que me gustó muchísimo, porque inmediatamente aparecía en el libro, la buscaba y eso ayudaba a que me adentrara más en la historia. Empezando por Franz Liszt, el cual se convirtió en la banda sonora de mi lectura. También estaban Sibelius, Robert Schumann, entre muchos otros. Esto me encantó, porque amo conocer nueva música, y esos autores que Murakami menciona en su libro, me hicieron conocer a otros intérpretes como por ejemplo Valentina Lisitsa, o cantantes extraordinarios como Antonio Carlos Jobim.
Si vas a leer los años de peregrinación, te invito a que busques estos músicos, pongas sus creaciones y abras este libro, verás cómo mejora la experiencia.
Sin embargo el final no me gustó, dejó sin resolver dos temas que para mí eran muy importantes dentro de la historia, y por lo tanto quedé con una sensación de incertidumbre, de desagrado... No sé si todos los libros de Murakami son así porque este es el primer libro que conozco del autor, pero la verdad me faltó más, me faltó conclusión, me quedé con ganas de que me contara más.
"De pronto se dió cuenta de que dentro de sí, en el centro, había algo duro y frío, era como un terrón de tierra, y estaba tan helado que no se derretía por más que transcurrieran los años, eso era lo que le provocaba el ahogo y el dolor en el pecho, hasta entonces no sabía que hubiera algo así en su interior, pero era el dolor correcto, el ahogo correcto, debía sentirlos, en adelante tendría que esforzarse por derretir poco a poco ese nucleo helado, le llevaría tiempo, pero era lo que tenía que hacer, y para derretir ese terrón congelado, necesitaba el calor de otra persona, no bastaba con el calor de su cuerpo."
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