martes, 22 de enero de 2019

Muchas vidas, muchos maestros de Brian Weiss

Pasé muchos años alejada de libros que creía, eran de autoayuda, porque los sentía como irrelevantes y que no aumentaban mi intelecto, pero de un tiempo para acá he venido sintiendo cierta curiosidad por estos temas, así que un sábado cualquiera tomé de mi biblioteca el libro Muchas vidas, muchos maestros de Brian Weiss y no pude detenerme hasta que lo terminé.

En este libro se cuenta la historia real de un psiquiatra y una de sus pacientes, a quién él le hace una serie de regresiones que cambiaron la vida de ambos para siempre. Al pasar por cada una de las páginas de este libro, cada vez más me animaba para que me hicieran una regresión también, al ver cómo esta mujer iba mejorando aspectos de su vida actual al conocer, a fondo, las causas reales de estos. Siempre he creído en la reencarnación, pero el tema de las regresiones no me gustaba por miedo y desconocimiento, este libro te llevará a ver el tema desde un punto de vista muy profesional.

Mi parte favorita es cómo recibe el doctor Weiss nuevos aprendizajes y lecciones, dicen que el maestro aparece cuando el estudiante está listo, y después de leer Muchas vidas, muchos maestros, creo que también el libro adecuado llega cuando el lector está preparado, así que si este libro no te llama la atención, no te preocupes, lo que debes conocer para evolucionar un poco más dentro de esta vida, llegará en el momento preciso y de la forma con la que más cómoda(o) te sientas.

Fueron muchísimas las frases las que me gustaron de este texto, voy a compartir unas cuantas, sin embargo te animo a que leas este libro y encuentres el mensaje que tiene para ti.

"Los poderes espirituales recién obtenidos no debían ser utilizados para obtener recompensas materiales".

"Debo tener fe en los Maestros. Ellos me guiarán a través de todo".

"La recompensa está en hacer, pero en actuar sin esperar nada a cambio... en hacer sin egoísmos".

"No tenía por qué tratar de ser perfecto ni de controlarlo siempre todo. No tenía necesidad de impresionar a nadie".

"No se puede juzgar apresuradamente a nadie. Es preciso ser justo. Muchas vidas se han arruinado por juzgar apresuradamente".

"Todos somos iguales. No hay nadie más grande que su prójimo".

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